miércoles, 31 de julio de 2013

Crisis del cuarto de vida

Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas dónde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes donde estás ahora.

Te empiezas a dar cuenta que hay un montón de cosas sobre ti mismo de las que no sabías y que quizás no te gusten.

Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás.

Te das cuenta que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios… por diferentes cuestiones: trabajo, estudio, pareja, etc… y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato.

Las multitudes ya no son “tan divertidas”… hasta a veces te incomodan.

Y extrañas la comodidad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos, otros no eran tan especiales después de todo.

Te empiezas a dar cuenta que algunas personas son egoístas y que a lo mejor, esos amigos que creías cercanos no son exactamente las mejores personas que has conocido y que la gente con las que has perdido contacto resultan ser amigos de los mas importantes ti.

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.

Te rompen el corazón y te preguntas cómo esa persona que amaste tanto te pudo hacer tanto mal.

O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor.

Y pareciera como si todos los que conoces ya llevan años de novios y algunos empiezan a casarse.

Quizás tú también amas realmente a alguien, pero simplemente no estás seguro si te sientes preparado para comprometerte por el resto de tu vida.

Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con tus amigos sobre los mismos temas porque no terminas de tomar una decisión.

Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido.

Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeño sueldo.

Miras tu trabajo y quizás no estés ni un poco cerca de lo que pensabas que estarías haciendo.

O quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo.

Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no.

Tus opiniones se vuelven mas fuertes. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es.

A veces te sientes genial e invencible y otras solo, con miedo y confundido.

De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción mas que seguir avanzando.

Te preocupas por el futuro, préstamos, dinero… y por hacer una vida para ti. Y mientras ganar la carrera sería grandioso, ahora tan solo quisieras estar compitiendo en ella.

Todos nosotros tenemos “veintitantos” y nos gustaría volver a los 17-18 algunas veces.

Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza… pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos.